¿Qué es Ticko Racing?

Hay una categoría de personas que saben el arte de entusiasmar y animar a su entorno de una manera difícil de explicar. Se trata de una pasión ardiente, de cuidar un amor por lo que se ama más que cualquier otra cosa, y de compartir experiencias con aquellos que necesitan apoyo. En Anderstorp, una de las comunidades automovilísticas más famosas de Suecia, hay una persona que ha sido fiel al mundo de las carreras durante 40 años y que encarna mejor que la mayoría la palabra “compromiso”: Thyrone “Ticko” Persson.

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El 1 de noviembre de 1957, en el mismísimo Día de Todos los Santos, Thyrone Persson vio la luz del día por primera vez. Su nacimiento tuvo lugar en Värnamo, a unos 35 km al este de Anderstorp, un lugar que fascinaría al enérgico habitante de Småland poco más de diez años después. El nombre Thyrone fue inspirado por el famoso actor de la época, Tyrone Power, quien dejó una fuerte impresión en los padres de Persson gracias a sus actuaciones en la pantalla grande estadounidense. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que el apodo “Ticko” comenzara a aparecer en el patio de la escuela en Bredaryd, cuando un compañero de clase consideró que el nombre completo era demasiado largo para pronunciarlo. Desde ese día, en el semestre de primavera de 1964, Thyrone Persson ha sido “Ticko” para todos los que lo conocen.

 

El automovilismo siempre ha significado mucho, si no todo, para “Ticko”. Su romance con las carreras comenzó el 16 de junio de 1968, y no es sorprendente que Scandinavian Raceway fuera el lugar donde se declaró. Sven “Smokey” Åsberg había entregado un par de entradas gratuitas al padre de Thyron como agradecimiento por ayudar a cavar la pista con su pala mecánica, pero cuando “Ticko” vio por primera vez a Joakim Bonnier siendo servido mientras estaba acostado en un banco de madera, la impresión no fue positiva; ¡qué divo! Los demás tenían que ir a buscar su bebida si tenían demasiada sed, pero hoy todo está olvidado y perdonado. Bonnier tuvo un impacto enorme en el automovilismo sueco en general y en Scandinavian Raceway en particular, algo que “Ticko” ha aprendido a apreciar más con el paso de los años.

 

1969 fue el año en que el Drag Racing hizo su entrada en Suecia, y por supuesto, el Sr. Persson estaba allí a lo largo de la larga recta de Anderstorp para presenciar el espectáculo. Sin embargo, la próxima experiencia automovilística tendría que esperar hasta 1973, cuando “Ticko” una vez más se encontraba en Scandinavian Raceway para animar a Ronnie Peterson en el primer Gran Premio sueco de todos los tiempos. Después de ver a Peterson liderar la carrera de Fórmula 1 casi hasta la meta, “Ticko” se enganchó en serio, y pronto consiguió un trabajo en la estación de servicio Esso en Gislaved para poder financiar sus sueños. Desafortunadamente, la infame crisis del petróleo se hizo sentir durante el mismo período, por lo que el empleo fue de corta duración. En su lugar, Thyrone pasó el año 1975 como aprendiz de panadero en casa de su tía en Skåne, y el automovilismo tuvo que esperar.

 

Un año difícil de pasar por alto en esta narración casi biográfica es 1974. “Ticko” se unió al ARC (Anderstorp Racing Club), una asociación a la que ha sido fiel hasta hoy, y así pudo acercarse más al mundo de las carreras que nunca antes gracias a su papel como funcionario. Su primera tarea fue ayudar al administrador de materiales de la pista, pero de vez en cuando, Thyrone también pudo participar en operaciones de rescate de diversos tipos. Durante el breve período en la gasolinera Esso, conoció a uno de sus mejores amigos de hoy en día, quien también se aseguró de que algunas de las intervenciones como bombero estuvieran en la lista de tareas pendientes de “Ticko”. El vehículo de servicio durante la época de rescate era un Mustang Cab de Autohallen en Gotemburgo, que convenientemente estaba disponible incluso después del final del día de carreras. Las cálidas noches de verano en el Anderstorp de aquel entonces fueron en gran parte insomnes para “Ticko” y sus amigos funcionarios, ¡y quién los puede culpar?

 

En 1976, Thyrone regresó a su hogar en Gislaved después de sus aventuras como panadero, y el año siguiente fue muy memorable. Junto con su buen amigo de la junta de funcionarios del ARC, partió en unas vacaciones de carreras a Francia y la Riviera, con la carrera de Fórmula 1 en Dijon-Prenois como destino final. Una bandera sueca hecha a mano ondeaba frenéticamente fuera del equipo de Tyrrell de su ídolo Ronnie Peterson, y el Príncipe Bertil sonreía amablemente ante la entusiasta acción de los jóvenes... Era un tiempo para recordar, y pocos lo hacen con más alegría que “Ticko”.

 

De regreso de la tierra natal de Marsella, disfrutando de un Pellegrino, nació el Ticko Racing Team, y así comenzó la próxima aventura. El debut como estrella de las carreras (!) se produjo en 1978, y fue aclamado entre los funcionarios cuando el Volvo PV de 68 caballos de fuerza del nativo se deslizó en la famosa curva Bil Atlas de Scandinavian Raceway, ¡en la vuelta de calentamiento! A pesar del revés irritante, la dignidad no se vio afectada en lo más mínimo, ya que el propio traje de carreras (con el nombre bordado en el pecho) se usó en el papel de bombero en la línea de salida cuando los coches de Fórmula 1 partieron por última vez desde una parrilla de salida sueca. “Ticko” estaba orgulloso, aunque los pilotos de Fórmula 1 inspiraban respeto con su habilidad para controlar las máquinas de carreras más rápidas del mundo.

 

La carrera como piloto de carreras fue breve, pero una posición como empresario cuando la serie POPRACE comenzó aportó algo de trabajo. Según sus propias palabras, el autocross no era lo suyo, aunque, por supuesto, lo intentó algunas veces en relación con un proyecto de construcción de la primera pista de Suecia para ese propósito. En cambio, era detrás del volante donde residía (y aún reside hoy) la mayor fortaleza de Thyrones, algo que el siempre activo “Smokey” también entendió. Después de ver a “Ticko” usar su inglés titubeante para mover a los periodistas en la línea de salida y meta durante varios años, el jefe de pista se dio cuenta de que había algo especial en el alegre funcionario, que para la temporada de 1983 se le ofreció el trabajo como director de carrera de la próxima generación para Roadracing. La oferta de trabajo fue aceptada, pero el puesto resultó ser mucho más exigente de lo que nadie había predicho. Thyrone fue subdirector de carrera para el Campeonato del Mundo de Roadracing durante tres años, pero para las clases nórdicas tenía la responsabilidad principal. Además, fue miembro del comité de motociclismo del ARC, e incluso organizó cursos de licencia en la década de 1970; aunque nunca había montado en motocicleta.

 

Un gran acontecimiento de esa época fue cuando “Ticko” inscribió a la madonna finlandesa del motociclismo Taru Rinne en la clase de 125cc en 1987, convirtiéndola en la primera mujer en competir en una prueba del campeonato mundial. Muchos se rieron burlonamente de la decisión, pero cuando Rinne superó a varios de los pilotos establecidos y Giacomo Agostini aplaudió abiertamente su actuación, el silencio cayó sobre la clase... Desafortunadamente, el debut de éxito de la finlandesa terminó en la grava en la curva de los boxes, cuando estaba justo detrás de Håkan Olsson en un impresionante 11º lugar.

 

Como miembro de la junta directiva del ARC durante algunos años, “Ticko” ocupó el cargo de vicepresidente. Sin embargo, en ese momento la familia era lo más importante, por lo que el trabajo tuvo que esperar su turno. Sin embargo, se dice que el automovilismo es como una droga, y no pasaron muchos años antes de que el rostro bien conocido volviera a estar en los boxes. En 1991 se fundó TICNIK Racing, una colaboración entre Thyrone y su amigo Niklas Johansson, y durante tres años en la Clio Cup se hicieron una serie de valiosos contactos. Janne “Flash” Nilsson, Kenny Bräck, Tommy Rustad y la estrella de la música Christer Sjögren fueron solo algunos de los que compitieron en la popular clase, y TICNIK Racing tuvo bastante éxito en las carreras nórdicas. Internacionalmente, las cosas fueron más difíciles, pero la alegría siempre estuvo presente.

 

A finales de los años 90, “Ticko” compró un kart de 100cc, solo para divertirse un poco de nuevo. Desmoralizantemente, compitió en algunas carreras en la clase de veteranos, pero la competencia fue sorprendentemente buena. Se adquirió un kart más nuevo, que de hecho había competido en un Campeonato del Mundo, pero pronto el tiempo se acabó una vez más debido a un compromiso como vicepresidente del Club de Automovilismo de Gislaved. En 2001, fue el momento de recordar el espíritu emprendedor de Gnosjö, y se fundó la empresa de Thyrones, TNM Plast. El recién estrenado empresario había pasado los últimos 15 años como vendedor de Volvo y estaba dispuesto a probar algo nuevo. Sin embargo, como de costumbre, no había tiempo para reflexionar, ya que la élite del automovilismo local había logrado atraer el Campeonato Europeo de Coches de Turismo (ETCC) a Anderstorp y Scandinavian Raceway. “Ticko” fue directamente contratado como consultor para organizar el evento, lo cual aceptó y llevó a muchas reuniones divertidas, aunque agitadas. Antes de la temporada de 2003, 100 lugares en Suecia se convirtieron en lo que se conoce como Instalaciones Históricas del Deporte, y Scandinavian Raceway fue una de ellas. El trabajo de Thyrone como consultor implicó que fuera su responsabilidad llevar a cabo la inauguración durante las carreras del ETCC en septiembre, en un evento donde el gobernador provincial estuvo presente para descubrir el circuito, ahora considerado históricamente importante. “Ticko” había pasado de ser un entusiasta sorprendido a ser el director del quizás el reconocimiento más importante de la historia del circuito, y no había nadie que pudiera quitárselo.

 

A pesar de varios años en el circuito de Småland, “Ticko” no había guardado mucho material de las carreras, sino que había desechado la mayor parte. Sin embargo, había algunas piezas de automóviles y algunos programas de eventos que quería deshacerse, así que fue al mercado de veteranos en Halmstad para vender su “colección”. Resultó que el interés por los recuerdos de carreras de Anderstorp era tan grande que otro vendedor pidió apartar algunas cosas para volver más tarde y comprarlas. Desafortunadamente, eso nunca sucedió, ya que ese mismo vendedor subastó objetos similares a los de “Ticko” y en realidad solo quería asegurarse de que hubiera menos competencia. Esta iniciativa hizo que Thyrone se despertara y resultó en un cambio completo: en lugar de vender cosas relacionadas con Scandinavian Raceway, decidió comenzar a coleccionar todo lo relacionado con la rica historia del circuito. ¡Sin medias tintas; todo debía ser desenterrado y expuesto!

 

Después de resistir durante mucho tiempo todas las súplicas de amigos y conocidos para hacer una exposición, la idea se volvió irresistible en junio de 2004, cuando le ofrecieron patrocinio para llevar a cabo “El musgo mundialmente famoso” en la biblioteca de Anderstorp. La exposición fue muy fructífera y, en el lugar, se encontraban, entre otros, el March 761 de Ronnie Peterson en el que el sueco ganó el Gran Premio de Italia en Monza en 1976, el Lotus 23 de “Smokey” que había sido propiedad, entre otros, de Frank Williams, y un coche de Fórmula 1 moderno. El evento luego condujo a exhibiciones adicionales en varias ferias, todas profundamente impresionadas por la colección que había crecido en solo dos años.

 

Así, en el verano de 2006, se anunció el compromiso definitivo con un museo oficial de automovilismo en Anderstorp cuando “Ticko” fue ofrecido locales lo suficientemente atractivos como para comenzar a trabajar en la documentación histórica de Scandinavian Raceway. Hoy en día, el museo está a punto de hacerse realidad, gracias a una región empresarial colaborativa y a representantes entusiastas del club “Scandinavian Raceway Nostalgia”, que ahora cuenta con nada menos que 118 miembros. Thyrone “Ticko” Persson ha tenido la pasión por el automovilismo durante 40 años, pero es poco probable que reduzca el suministro de combustible en mucho, mucho tiempo. Después de todo, se trata de cuidar un amor por lo que uno ama más que nada más...

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/Mattias Persson